Alonso Segura: “Ahora la posta la tiene que tomar la inversión privada”

Alonso Segura, titular del Ministerio de Economía y Finanzas, comenta a pocos días de dejar su cargo los retos que tendrá que asumir el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, y especialmente la gestión de Alfredo Thorne, en los próximos cinco años como la relación Ejecutivo-Congreso, el riesgo fiscal, y el papel de los privados en el crecimiento económico del país.

¿Cómo encontrará el siguiente gobierno el escenario económico del país?

Estamos dejando un país que sigue progresando, un país que se viene acelerando hace año y medio, un país que nunca dejó de crecer, nunca dejó de reducir pobreza, nunca dejó de generar empleo, un país con perspectivas estables, presupuestos pre financiados, con gran posicionamiento internacional. Eso es lo que se deja. Evidentemente, es una situación compleja para la región y compleja para el mundo con riesgos. Nosotros hemos recibido golpe tras golpe externo pero hemos trabajado. Entonces, el siguiente encuentra una economía que está fortaleciéndose, que está acelerándose y con todos los riesgos posibles que se han ido mitigando. Lo cual no significa que la va a tener fácil tampoco. Pero si mira a sus vecinos, va a ver que la tiene bastante menos complicada.

Para el próximo gobierno será difícil manejar el déficit fiscal, especialmente porque queda la caja estrecha…

Tu corto plazo no puede comprometer las reformas que tienes que hacer. La credibilidad fiscal, por ejemplo, es vital. Tienes que tener muy en claro que hay ciertas cosas que si bien te pueden dar réditos [políticos] en el corto plazo no las debes tomar por más que sean tentadoras para ganar popularidad.

Nuestra posición fiscal estrecha es coyuntural hasta el 2017, porque de ahí es el momento en que ya nos debemos consolidar. Así, el próximo año se cerrará lo que llamamos capacidad instalada ociosa o brecha del producto, lo cual sugiere básicamente que no se tiene que implementar política económica expansiva. Todo lo contrario, ahora la posta la tiene que tomar la inversión privada, y el sector público debería retraerse, consolidar y abrir espacio para cualquier situación futura donde se necesite.

Si mañana hay un problema con China o con Estados Unidos, tú no quieres que te agarre con un 2.5% de déficit fiscal porque entonces se te va a 4 o 5%. Lo que quieres es estar más cerca del 1% para tener colchón para poder aguantar la pegada. Por eso es que uno tiene que ver siempre el mediano o largo plazo.

El componente político de la confianza no va a depender tanto del Ejecutivo sino del dinamismo con el Congreso. Parece que hay mucho miedo del privado sobre el Congreso. ¿Lo ves así?
La confianza empresarial está en territorio optimista. Los índices de confianza son índices que recogen percepción justamente. Si la percepción es que la economía va a crecer, invierto más y por eso es que funciona como un indicador adelantado.

Ahora hay es una actitud de optimismo pero con un poco de cautela sobre cuál va a ser la dinámica. El Ejecutivo tiene una responsabilidad enorme porque tiene que armar un plan económico coherente en el corto y mediano plazo, pero además tiene que elaborar una agenda de gobernabilidad y ahí es donde entra el Congreso. El Congreso tiene una responsabilidad enorme también. Y hay que decir las cosas como son: dentro del Congreso una fuerza política en particular [Fuerza Popular] porque por primera vez desde la época de los 90 tienen una fuerza política que tiene mayoría [absoluta] en el Congreso, después han sido mayorías en función de alianzas. Entonces, si uno quiere avanzar una agenda de reformas tienen que ponerse de acuerdo, por lo menos, en algunos temas mínimos el Congreso, esa fuerza política en particular, y el Ejecutivo.

Por primera vez en muchos gobiernos vas a tener un Congreso opositor. El próximo Ejecutivo va a tener más poder de impulsar reformas en su primer y segundo año más que en los siguientes. Tienen que proponer de entrada. Las expectativas están favorables.

Este último año que me ha tocado a mí vivir como ministro de economía no debe de ser un indicador de lo que puede ocurrir en los siguientes cinco. Con un Congreso pasando leyes con opiniones técnicas en contra desde distintos actores del Ejecutivo, el Ejecutivo observando y el Congreso insistiendo a rajatabla. Parte de esa factura, una parte importante, la paga el Perú. Pero prácticamente toda la cuenta la va a tener que pagar el siguiente [gobierno] porque eso ha sido sobre la última legislatura, sobre el final. Más de 15 leyes insistidas. Algunas con impactos muy significativos, otras más distorsiones que se van acumulando. Pero eso no se puede repetir.

¿Lo dice más sobre las AFP?

La de las AFP, sí, desde un punto de vista técnico pero tiene un impacto fiscal también en el corto plazo que te va a complicar. El régimen de jubilación anticipada te cuesta más de S/.200 millones. El expandir la CTS a cierto grupo de trabajadores del sector público que tiene una naturaleza totalmente diferente a la del privado te cuesta cientos de millones que no estaban presupuestados, que te perjudican y tienen efecto arrastre.