El capital y sus intereses

El concepto de “desarrollo sostenible” (DS) aparece por primera vez en el informe conocido como Reporte Brundtland (1987), preparado por la Comisión Mundial de Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas, donde se define al DS como aquel que “satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades”.

En otras palabras, la sostenibilidad significa utilizar nuestros intereses sin tocar nuestro capital para que sean rentables. ¿Pero cómo pasar del enfoque económico a uno más social y ambiental? Se requiere diseñar estrategias que permitan incluir la interacción de las tres capitales que la componen. Para entender mejor la sostenibilidad, el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) ha desarrollado los conceptos de Capital Social y Capital Natural. El primero se refiere a los impactos positivos y negativos de la empresa, y la dependencia sobre las personas y la sociedad. Esto ayuda a las organizaciones a entender cómo se relaciona el “capital social” con sus impulsores de negocio y cómo su gestión eficaz es la base de un rendimiento sostenible. El “capital natural” se define como las reservas del mundo de activos naturales, que incluyen geología, suelo, aire, agua y todos los seres vivos. Es desde aquí que los seres humanos obtienen una amplia gama de servicios, llamados servicios de los ecosistemas, que hacen posible la vida humana. Los principales incluyen los alimentos que consumimos, el agua que bebemos y los materiales que utilizamos, como combustible y medicamentos.

En el Perú, las organizaciones vienen trabajando buenas prácticas reflejadas en el número de programas que año tras año son reconocidos con iniciativas como el Premio Perú 2021 a la Responsabilidad Social y Desarrollo Sostenible de las Empresas. Hoy, la tendencia es a que las organizaciones asuman su compromiso como empresas sostenibles, y es que la sociedad ha comprendido que el “desarrollo sostenible” es la única salida viable de que dispone la humanidad para satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las de las generaciones futuras.