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Por: José Luis Bonifaz, economista

El Gobierno Peruano ha planteado utilizar el mecanismo de obras por impuestos para acelerar la reconstrucción del país luego de que termine la crisis por el fenómeno de El Niño costero y nombrar una especie de zar de la reconstrucción. Asimismo, ha destinado un presupuesto importante para enfrentar la crisis. No sabemos mucho más sobre la organización de la reconstrucción y por eso vale la pena describir cómo se organizaron Chile y Ecuador ante sus desastres naturales.

El terremoto en Chile fue el 27 de febrero del 2010, en mayo se creó el Fondo Nacional de Reconstrucción y en agosto del mismo año se publicó el Plan General de Reconstrucción con diagnósticos y planes de inversión para cada una de las regiones afectadas. Un comité de ministros (Obras Públicas, Transporte y Vivienda) asumió la conducción del proceso y además se incorporaron los ministros de Educación y Salud. En términos presupuestarios, se consideró la asignación de una partida denominada Fondo Local de Reconstrucción para los gobiernos locales. 

Las principales medidas tomadas fueron: i) aumento transitorio del impuesto de primera categoría; ii) sobretasa transitoria al impuesto territorial; iii) asignación de la ley del cobre en el 2010 y 2011 (US$600 millones); y iv) modificación permanente del impuesto al tabaco (US$900 millones). Asimismo, para nutrir el fondo, las donaciones efectuadas por privados estuvieron exoneradas de impuestos y lo mismo sucedió con las importaciones de las especies donadas. 

Según un estudio de la Universidad de Berkeley, el terremoto tuvo pérdidas económicas de US$30 mil millones. De este monto, US$21 mil millones se perdieron por daños a viviendas, edificios, escuelas y carreteras. A mediados del 2012, ya se tenía 100% de la conectividad vial restituida y avances significativos en las otras áreas.

Por otro lado, en Ecuador, luego del terremoto del 16 de abril del 2016, se dictó la Ley Orgánica de Solidaridad y se asignaron US$596 millones para la reconstrucción. Entre las principales medidas adoptadas para recaudar fondos están: i) incremento del IGV de 12% a 14% durante un año; ii) aporte de un día de sueldo para personas con remuneración igual o superior a US$1.000; iii) contribución de personas naturales que posean un patrimonio individual igual o mayor a US$1 millón; y iv) exoneración del impuesto a la renta por cinco años a las nuevas inversiones en zonas afectadas.

Esta reconstrucción fue liderada por un comité formado por ministros y una secretaría a través del plan ReconstruYo Ecuador. Se invirtieron en total US$888 millones y en el caso de viviendas, se trabajaron 18 proyectos habitacionales y se entregaron 33 mil bonos para reparación y construcción.

En resumen, en ambos casos se crearon planes de reconstrucción, se tuvo que buscar financiamiento mediante medidas de urgencia y se conformaron comités de ministros para conducir el proceso. En nuestro caso, el diagnóstico del desastre natural nos revelará el camino a seguir.

Fecha: 24 marzo 2017 | Fuente: El Comercio

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