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Por Sara Manayay, Analista de Macroconsult

La brecha de la infraestructura aeroportuaria en el Perú asciende aproximadamente a US$ 2,300 millones, según cifras de la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN). El desarrollo de este tipo de infraestructura resulta de vital importancia para dar soporte al transporte de pasajeros y de carga de alto valor, lo que, a su vez, genera un impacto económico positivo en la industria del turismo.

El sector aeroportuario ha tenido una evolución positiva y dinámica en los últimos años. Las estadísticas del Ministerio de Transportes y Comunicaciones muestran que el tráfico aéreo de pasajeros creció en 12% promedio anual y logró triplicarse en los últimos diez años; mientras que el transporte de carga aérea creció en 7% promedio anual y se duplicó en el mismo periodo.

El proceso de modernización de aeropuertos en el Perú se inició en la década del 2000 y a la fecha se ha concesionado 19 aeropuertos. El Aeropuerto Internacional Jorge Chávez (AIJCh) fue concesionado en el 2001 a Lima Airport Partners (LAP). El primer grupo de aeropuertos conformado por 12 terminales (Anta, Cajamarca, Chachapoyas, Chiclayo, Pisco, Iquitos, Piura, Pucallpa, Talara, Tarapoto, Trujillo y Tumbes) fue concesionado en el 2006 a la empresa Aeropuertos del Perú (ADP). El segundo grupo de aeropuertos, conformado por Arequipa, Ayacucho, Juliaca, Puerto Maldonado y Tacna, fue concesionado en el 2010 a Aeropuertos Andinos del Perú (AAP) y finalmente, el Aeropuerto Internacional de Chinchero (Cusco) fue concesionado en el 2014 al Consorcio Kuntur Wasi. El resto de terminales es administrado por Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (Corpac), cuya modernización o inversión son casi nulas.

El AIJCh es el principal terminal aéreo en el Perú y es considerado como hub en la región. La ampliación de este terminal es de carácter prioritario, pues la dinámica de entrada de nuevas líneas aéreas y los precios más competitivos generan un mayor flujo de pasajeros anuales que a la larga van a congestionar las instalaciones actuales.

La industria aérea comercial estima que el tráfico de pasajeros crecerá aproximadamente en dos dígitos los siguientes años. Por otro lado, la importancia de este terminal radica también en que es la única infraestructura aeroportuaria auto sostenible, cuyos aportes al Estado –alrededor del 46.5% de los ingresos brutos de la concesión– permiten financiar el proceso de modernización de los aeropuertos regionales cofinanciados.

En este contexto, ampliar la capacidad de la infraestructura aeroportuaria en el Perú es un reto pendiente para el nuevo Gobierno. Como prioridad estará resolver las negociaciones para impulsar la ampliación de la segunda pista del AIJCh (inversión de US$ 1,061 millones); impulsar la construcción del Aeropuerto de Chinchero, ya que la limitada infraestructura y gestión actual del aeropuerto de Cusco será insostenible en el mediano plazo; promover la concesión del tercer grupo de aeropuertos regionales (Aeropuertos de Jauja, Jaén y Huánuco) y, finalmente, generar la descentralización aeroportuaria regional.

Fecha: 30 junio 2016 | Fuente: Gestión

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