La empresa empezó a realizar un mapeo geológico; es decir, la recolección visual que permite identificar tipos de rocas y estructuras, utilizando drones que incorporan cámaras y son capaces de fotografiar cientos de imágenes, que en conjunto con un software de fotogrametría, lograban generar figuras tridimensionales.

La fotogrametría es una técnica para obtener mapas y planos de grandes extensiones de terreno por medio de la fotografía aérea permitiendo así procesar las imágenes con su ubicación de coordenadas geográficas y facilitando la creación de imágenes en 3D. Dicha técnica permite analizar las propiedades geométricas de los yacimientos a partir de las fotos tomadas por los drones, haciendo el mapeo más fácil.

Esta solución ha permitido fotografiar los bancos de mineral de una forma más rápida y segura, obteniendo imágenes consecutivas de los yacimientos, evitando usar vehículos y accediendo a zonas inaccesibles. Anteriormente, en un día completo de trabajo, un geólogo fotografiaba 300 metros de un banco, a ello se le debía sumar el tiempo que demoraba en procesar la información. Actualmente, gracias al mapeo con drones, los geólogos pueden capturar fotos de hasta 4 bancos por 500 metros en una sola hora, además de contar con imágenes de alta resolución que permite mejorar la topografía.

Por otro lado, el mapeo con drones ha permitido contar con información de calidad y a detalle para mejorar la interpretación de los modelos geológicos, herramienta que permite crear subsuelos en 3D, reemplazando el uso de sondajes de diamantina que implicaba la erosión de las rocas por medio de fricción con maquinaria y permitiendo conocer en mayor medida las reservas que la empresa posee.

En 2016 el proyecto fue presentado al Congreso Peruano de Geología del mismo año, ocupando el tercer puesto del Programa Ideas con Valor.