COMUNICADO

La CONFIEP y sus gremios asociados de la pequeña, mediana y gran empresa, hacemos un llamado al gobierno transitorio del Presidente Francisco Sagasti, a fin de tomar las medidas urgentes y necesarias que, sin restringir el derecho a la protesta pacífica contra la Ley de Promoción Agraria o cualquier otra, protejan también el derecho constitucional de todos los peruanos a vivir en un clima de paz social, al libre tránsito y a la seguridad. Ni la violencia ni los atentados contra la propiedad pública y privada son caminos viables en una sociedad democrática.  Para ello, resulta necesario que se respete el estado de derecho, proteger y hacer respetar el trabajo que viene realizando la Policía Nacional del Perú, que cumple el mandato Constitucional de resguardar el orden y la seguridad nacional de todos los ciudadanos.

Somos enfáticos en condenar toda práctica laboral que infrinja la legislación y los derechos de los trabajadores que provengan del sector informal y, con mayor energía, si estas provienen del sector formal. Es responsabilidad del gobierno, a través de las instancias competentes, velar por que todas las empresas cumplan con sus obligaciones de acuerdo a ley, y es obligación de las empresas respetar la legislación laboral vigente para alcanzar el bienestar de nuestra sociedad. Respetamos, por tanto, el rol fundamental que tienen los organismos fiscalizadores del Estado para sancionar estas malas prácticas y apoyamos todas las medidas conducentes a corregir cualquier situación que pueda configurar un abuso del derecho.

Invocamos una vez más al Congreso de la República a debatir toda propuesta legislativa buscando consensos, escuchando las distintas posiciones técnicas y jurídicas, y convocando especialistas, antes de tomar decisiones que, en lugar de solucionar los problemas nacionales, terminen perforando el presupuesto público, generen inestabilidad y se conviertan en acciones de retroceso para el desarrollo de nuestro país.

Los ciudadanos, debemos mantener la calma y promover el diálogo, pero mantenernos firmes y vigilantes para rechazar la violencia, el desgobierno, la polarización y el enfrentamiento entre ciudadanos.  El Perú atraviesa una situación delicada y difícil, producto de la crisis sanitaria y económica. Es fundamental proteger la gobernabilidad, defender el principio de legalidad y estabilidad jurídica y dejar las confrontaciones a fin de mantener un clima de paz y confianza. Trabajando todos juntos, lograremos hacer las cosas mejor.

Lima, 3 de diciembre 2020