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El próximo año, las empresas inmobiliarias se inclinarán por incrementar el porcentaje de sus inversiones destinado a la vivienda social, mientras que podrían reducirse los proyectos de vivienda residencial. Esta tendencia sería resultado de los cambios en la demanda generados por la crisis económica y las medidas de aislamiento social, estimó la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI).

“A octubre, se han mapeado aproximadamente 832 proyectos. Es un nivel que se ha mantenido y no creo que cambie mucho el próximo año, más bien es probable que se recomponga la oferta, que un mayor porcentaje esté dirigido a la vivienda social. El Gobierno ha demostrado su intención de seguir trabajando en mejorar los subsidios y la cobertura para créditos hipotecarios, lo que favorecerá el incremento de estos proyectos”, sostuvo Carola Pacheco, gerenta general de ADI.

Los distritos que reúnen las mejores condiciones para el desarrollo de este tipo de vivienda son los de Lima Norte, como Comas o Los Olivos, aunque en esta categoría también destaca Ate.

“Son distritos emblemáticos donde el desarrollo de la vivienda social es mucho más amplio porque hay terrenos más grandes. En San Miguel, Lince o La Victoria, no hay muchos terrenos donde se pueda edificar grandes unidades”, explicó la vocera de ADI.

Al respecto, indicó que el tiempo transcurrido en casa debido a la pandemia ha inducido a muchas familias a tomar conciencia de la necesidad de adquirir una vivienda propia. Esto ha sucedido en especial entre los segmentos socioeconómicos medios y bajos, por lo cual se ha elevado la participación de la vivienda social en las ventas, afirmó Pacheco.

Por ello, la intención de compra de viviendas en general se ha mantenido elevada a lo largo del año, aunque las ventas han caído. El alza de los niveles de desistimiento se explica por la pérdida de empleos y las mayores exigencias de los bancos para otorgar hipotecas.

Cuando una persona o una familia están interesadas en adquirir una vivienda, suelen separarla con un monto de dinero, que podría ser de S/ 500 o S/ 1,000. No obstante, un porcentaje de los interesados suele dejar que pase la oportunidad de concretar la compra, debido a que no consiguió el crédito hipotecario o se le presentó alguna situación adversa.

El porcentaje de este desistimiento solía ser de 10% en años anteriores, pero este año ha sido de 20% en promedio. En abril llegó a ser de 40% y de 30% en junio, mientras que ya en octubre ha vuelto a ser del 10%.

Como resultado, las ventas de viviendas este año caerían alrededor de 50%. Es así que si en el 2019 se vendieron 18,723 viviendas en Lima, entre enero y octubre de este año, se ha logrado vender 8,116 unidades. “En un escenario optimista, esperamos que el año cierre con 10,000 viviendas vendidas”, indicó la gerenta de ADI.

Pese a que el 2021 aún genera mucha incertidumbre para todos los sectores económicos, la directiva consideró que desde una perspectiva optimista el gremio proyecta una venta de al menos 15,000 unidades.

Fuente: Gestión web

Fecha: 04 diciembre 2020

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