Skip to content

Por José Ricardo Stok, PAD Universidad Piura

Me preguntaron cómo continuaría el artículo “Cinco ideas brillantes pueden arruinar su empresa”, publicado en Gestión (27.05.2016). Resumo unas ideas que pueden ayudar en su tarea como empresario, directivo o ejecutivo. 

1. Analice sus decisiones. Quienes tienen cargos de responsabilidad en las empresas, al ver los resultados de sus decisiones –o de la falta de ellas– no deben quedarse solo en expresiones de satisfacción o fastidio; es importante aprender del proceso decisorio. Pregúntese por qué tomó esa decisión, y a la respuesta vuelva a preguntarse por qué, y otra vez por qué; recién en el quinto por qué encontrará la respuesta correcta. Haga lo mismo con relación a las decisiones a tomar: para qué es esa decisión; también al quinto para qué verá si vale la pena o no. Solemos ser intuitivos, pero dirigir exige decisiones inteligentes y consistentes.

2. Relacione frecuentemente oferta y demanda. Nada más decepcionante que ir viendo disminuir las ventas y no encontrar razones. ¿Qué necesidades satisface su producto o servicio? ¿Siguen vigentes o han cambiado? ¿Los cambios son transitorios? Identifi que con qué se relaciona la demanda de lo que ofrece; la mayoría de las veces la causa de la disminución es indirecta. 

3. Consolide y armonice sus capacidades. Es frecuente que los esfuerzos y directivas resulten no ser congruentes: incentivos en una dirección, ofertas en otras. Conozca en detalle las capacidades que posee su empresa y su gente, y dimensiónelas bien: no son ilimitadas ni elásticas. Sepa que su olfato, Cinco ideas sensatas para consolidar su empresa si lo tiene, también se entretiene en lo que no siempre es lo que hay que hacer. Es decir, saber distinguir entre lo que me gusta hacer y lo que debo hacer; y, además, hay que saber hacerlo. Esto vale para todos en la empresa.

4. Mida lo que importe, pero que le importe lo que vale; y sepa qué es lo que de verdad vale. Es común utilizar indicadores muy diversos, y a veces, multitud de ellos. Como se suele decir, lo que no se cuenta, no cuenta. ¡Pero hay que saber qué es de verdad lo que cuenta! Sus indicadores tienen que alinearse con la oferta de valor, con sus estrategias, y deben escalarse, es decir, descender en la organización, adecuándose a cada persona.

5. Valore a su personal. Casi todas las empresas se ufanan de que su activo más valioso es su gente… pero muchas veces los hechos muestran que no es así: antes aparecen otras cosas. Por ejemplo, ¿cómo valora el aspecto familiar en cada uno? Ciertamente, un problema familiar es de cada individuo, pero el malestar o el disgusto repercutirá sin duda en su trabajo: la unidad y, finalmente, la eficacia de una organización tiene aquí un pilar esencial. ¿Hay políticas que reparan en estas circunstancias? Otro ejemplo: cuando deba incorporar ejecutivos, no deje esta tarea exclusivamente en manos de terceros; involúcrese desde el comienzo, no al final; van a ser sus colaboradores, no los del head hunter; el seleccionador no estará para dar razones frente a problemas, si estos llegaran a producirse. He dejado este aspecto para el final, no por menos importante, sino por todo lo contrario. A los directivos se los recuerda no tanto por los logros hechos, sino por el impacto y trascendencia en las personas con las que se han relacionado. 

En fin, dirigir requiere conjugar reflexión y acción. Esto no es una parodia: es una realidad que implica esfuerzo, pero del que vale la pena.

Fecha: 28 junio 2016 | Fuente: Gestión

También te recomendamos

¡Suscríbete si deseas recibir más información de CONFIEP!


By submitting this form, you are consenting to receive marketing emails from: . You can revoke your consent to receive emails at any time by using the SafeUnsubscribe® link, found at the bottom of every email. Emails are serviced by Constant Contact
Scroll To Top