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Por Ricardo Briceño, Vicepresidente de ExE

La alianza entre el empresariado y el Estado está funcionando bien en educación. Hace diez años se debatió en la CONFIEP cómo hacer para contribuir a mejorar la calidad educativa en nuestro país. Se tenían pocos recursos, poca experiencia, pero se necesitaba y sobre todo se quería aportar.

El enfoque inicial se puso en los docentes, bajo la certeza de que mejorar la calidad de la educación pasa por tener maestros bien capacitados y actualizados, y a lo largo de estos años se diseñó y ejecutó, a través de la asociación Empresarios por la Educación, una serie de programas que han permitido intervenir en cientos de escuelas públicas ubicadas mayormente en zonas rurales y urbano-marginales en varias regiones del país.

A pesar de los buenos resultados, el reto es mucho mayor, y como muestra de que la relación público-privada está encaminada, el empresariado está realizando su trabajo en óptima relación con el Ministerio de Educación y desarrollando iniciativas de manera alineada y respondiendo a las necesidades reales y urgentes de cada zona.

En el último quinquenio se ha mantenido una misma política en educación en el marco del Programa Educativo Nacional, en la que aportaron los empresarios en su momento. Ahora se está buscando que se mantenga porque está dando resultados.

En la actualidad y con el ánimo de ampliar el apoyo del empresariado y ante la buena relación existente, el Ministerio de Educación ha alcanzado al sector privado una serie de necesidades y áreas en las que se puede contribuir, por lo que se ha convocado a una gran cantidad de empresas representativas para explorar donde más se puede apostar.

El empresariado está convencido de que debe seguir colaborando como lo ha estado haciendo. Le corresponde acompañar una política de Estado, más aún si se trata de la educación, porque su mejora se reflejará en capital humano más preparado que permitirá al país alcanzar el desarrollo. 

El Ministerio de Educación ha enfocado su trabajo con base en cuatro pilares: la carrera docente, la infraestructura, los logros del aprendizaje y agilizar y mejorar los procesos administrativos, y ya se ven resultados. 

Desde la perspectiva empresarial, no solo se trata de mejorar la infraestructura, el trabajo que requiere la educación es mayor e integral y debe tener en cuenta, además, el tema de formación en los valores y la ética. 

Otro actor importante son los directores de las escuelas, donde debemos poner la mira, pues ellos, además de
ser profesores, son a la vez gestores de, lo que podría llamarse un “negocio”, que es el colegio. Ellos necesitan ser formados para liderar y gestionar, y qué mejor que el empresariado que sabe de ese tema para aportar al Ministerio en la capacitación en este tema. 

Para conseguir el objetivo de mejorar la calidad de la educación en nuestro país es necesario que el sector público y el privado estén alineados y trabajen de manera conjunta, tal como se ha venido haciendo en los últimos años.

Fecha: 27 septiembre 2016 | Fuente: Gestión

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